[Narrador]
En el principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del avismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas, y Dios dijo:
[Dios]
Hagase la luz
[Narrador]
Y la luz se hizo, y vió Dios que la luz era buena y separó Dios la luz de las tiniemblas y las llamó el día y la noche. Entonces Dios dijo:
[Dios]
Hagamos al hombre a nuestra imagen con forme a nuestra semejanza y señoreen los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
[Narrador]
Y lo llamó "Adán". Adán, Adán, despierta. O frecome pero que hombresito que duerme.
[Adán]
Sió...Viene asopao. jarto de jugá solitario que toi, ¿Quién habrá ganao anoche, lo tiguere o lo leone?. Ven acá Lisa, Lisa ven acá, je, esa mona si es engreida. Hazle esa seña al creador pa que tu vea. Hay dio mio mandame a alguien pa ca, que toi ma aburrio quel diablo. Hay perdón, perdón.
[Dios]
Nos preocupeis hijo os mandaré la compañera perfecta, y solo tendrás que darme un brazo y una pierna.
[Adán]
Mire, no así no fue no y e facil mejor enseña a hablar a la mona. Haay eperate. Pero ni Juan ni juana, ¿Que ute me da por una cotilla?
[Dios]
Tenía que ser dominicano, regatiando siempre regatiando, ponte ahí que te voy a sacar una costilla.
[Narrador]
Dios, procedió a dormirlo de un botellaso en el cocote. Extrallendo la costilla, Dios creó la mujer. Pero la suerte estaba hechada, el pobre Adán que con el botellazo que recibió de Dios cae desmayado pasando el fundazo y no sabe más nada de si, hasta tres días despues, cuando despierta vé frente a si, al animal más bonito que había conocido.
[Eva]
¿Y el cheque?
[Narrador]
Le dijo el nuevo animal
[Adán]
¿Qué cheque? ¿Y quien ere tu?
[Eva]
¿Como que que cheque? ¿Dios no habló contigo?
[Adán]
¿Que quien ere tu?
[Eva]
Yo soy tu cuchi cuchi, tu titi, tu cuqui, tu gordita, tu baby sweetie, tu puchungunga, yo soy la mujer.
[Adán]
¿Y de donde tu salite?
[Eva]
Hay a mi me jalarón de gua jediondo de Jaibón en una voladora, me dijeron que yo iba a hacer la que maneje lo cualto, me dicen jeva.
[Adán]
Andáaaa....al diablo. Hay el diablo, muchacha. ¿Y pa que tu sirve?
[Eva]
O yo soy la que maneja lo cualto, o sea que pasa el cheque. Digo yo hago lo que tu quiera tambien.
[Adán]
Pero va a seguí con lo de cheque. Oyeme bien. La regla son simple. Primero el que manda aquí soy yo, segundo no le ponga la mano a eso aguacate, tu me ta oyendo bien, pa que tu y yo no no matemo como 2 perro y tercero te me pone una hoja que aquí ute no la trajeron pa que te enseñando lo vivere.
[Eva]
Anda diablo, ¿y a ti no te han hablado de la liberación femenina?
[Adán]
Te dije bien, regla número uno y regla número tres. El que manda aquí soy yo, y se vaya a pone las hoja.
[Narrador]
Así pasaron los días en el Eden, estos dos muchachos en puro retoso. (Hay no me agarre ahi Adán). Hasta que la culebra, si la culebra (se menea se menea como la culebra). vino y le dijo a Eva.
[Culebra]
Pss, Pss, mira tu greñuas, me aca hame al favol.
[Narrador]
Eva, que estaba sacandole los piojos a un mono, levantó la cabeza y miró a este pajarito tan raro.
[Eva]
¿Qué?
[Culebra]
Ven acá, ven acá ¿Tu ve esa mata?
[Eva]
¿La de aguacate?
[Culebra]
Esa mima, ves gaveate para que nos jodiemos una jartura de aguacate con pan tu y yo, vamo mami subete.
[Eva]
Hay dio, y si yo me jondeo de aya arriba y me deguabino toa.
[Culebra]
Eso no e na mamis, yo te aparos yo voy ata aqui chequeando.
[Narrador]
Entonces, Eva de bruta se a encaramado para el cojollito de esa mata y a bajado como quince aguacates, la culebra si la culebra (se menea se menea como la culebra). La espera abajo loca por meterse una jartura. En eso llega Adán y le pregunta.
[Adán]
Mira aquerosa, sucía vieja, ¿Tu no te acuerda de la regla número dos?, no ponele la mano a la mata de aguacate, que dio no dijo, que si no metiamo eso aguacate nos iba a dar una churría, y que aquí en el Eden no se aceptan gente puerca.
[Eva]
Hay Adán tu si te, le da mente a to esa cosa, dime a ti si no se te agua la boca con ete aguacatico.
[Narrador]
El pobre Adán no pudo contenerse, y se lambió su pan con aguacate, mientras que la culebra si la misma culebra (se menea se menea como la culebra) muerta de la risa les dijo:
[Culebra]
Anda pal diablo, que tiguere ma bruto ahora e que aquí se va a sabel que e bueno papá.
[Narrador]
Y se mandó juyendo, Eva, al verla desgaritarse, le calló atrás voceando:
[Eva]
Aguantate ahí degracia devuelveme ese aguacate que eso e pa la perra.
[Narrador]
Adán, sin soltar su saguiche, le largó un semillazo de aguacate al tiempo que le decía:
[Adán]
Mira dejame la vociadera en el Eden carajo, mujersita tan plebe yo quisiera que se depertara un león de eso, pa que tu vea donde te voy a encondé, será la cueva de tu abuela.
[Eva]
La tuya cundango.
[Narrador]
Eva, nunca alcanzó la culebra si la culebra (se menea se menea como la culebra). Caída la tarde, en la cueva.
[Eva]
Adán, aquí como que hay un animal muerto, ¿Tu chequeate donde ta el mono?....¡Hay! ere tu santisimo, ju, aqueroso buen puerco, mira si esos gases llegan a la fogata eplotamo, mira er mono donde salió juyendo, yo quiero saber quien e que va a lavar esas hojas por que yo no soy. ¡Hay! ese salió mojao, hay no levante la friza, ¡hay no!
[Adán]
Huuummm....dejame parame mujer, santisimo contigo no se puede, adema ete e mi cueva, me voy a bebé uno trago con el mono.
[Eva]
Mira cuando tu vuelva trae eucalipto, a ve si se va ete bajo.
[Narrador]
Horas despues, en la cueva. Ring Ring
[Eva]
Aló?
[Adán]
Aló, Eva
[Eva]
¿Quien habla?
[Adán]
¿Como que quien?, buen ñame, ¿Quien ma va se? Adán
[Eva]
Hay ere tu, mira, ¿Te mejoraste?
[Adán]
Si, ma o meno ahi, oyeme Eva, sal de la cueva ven, que quiere habla con nosotro.
[Eva]
Ya voy
[Dios]
Les dije a los dos que si comían la fruta prohibida perecerían, así, que de hoy en adelante, no serán más inmortales, si no, apellido Peréz.
[Eva]
¡Hay con tanto Peréz que hay en la guía!
[Adán]
Por culpa tuya mujer del diablo, ¡Hay!, yo que te dije muy bien que no le pusiera la mano a eso aguacate, ratrera.
[Eva]
No fui yo, fue la culebra que me jucho, y ademá quitate que ahi viene un rayo, ¡Hay el diablo, hay er diablo!
[Narrador]
Y así Adán y Eva Peréz, abandonador el Eden, para irse a vivir a los praditos, donde procrearon su familia. No se pierda la conclución de Adán y Eva Peréz.
